La entrada de hoy no deja de ser el recuerdo de la terrible inundación que asoló Calatayud el día 27 de mayo de 1956 y que dejó sumida la población en un estado de desolación absoluta. Como ya hice en otra de las entradas, la correspondiente al antes y el después de la Avenida de San Juan el Real , aquí les traigo una imagen histórica realmente curiosa. En ella, las veintiséis monjas del convento de Capuchinas de Calatayud, regresan a su monasterio después de haber sido desalojadas por el peligro que ofrecía la crecida de las aguas. Muchos vecinos de Calatayud se arriesgaron para ponerlas a salvo. La iglesia llegó a alcanzar los 55 cm de agua y gran parte de sus altares de pintura quedaron muy dañados. Las monjas regresan cabizbajas por los estrechos tablones que las conducen hasta su anegado cenobio. Si esta foto es histórica por la terrible inundación, no lo es menos por ver, en parte, el antiguo convento de Capuchinas, un caserón grande que alojó a esta comunidad desde el siglo XVII hasta los años setenta del siglo XX. No se puede negar que las monjas ganaron en comodidad pero la desaparición de esta casa dejó huérfano otro de los rincones típicos de nuestra ciudad. Uno más. Con la demolición del convento se abrió la calle Glen Ellyn y se construyeron casas en gran parte de la huerta circundante. El resultado es el que vemos hoy día, una pobre iglesia de ladrillo rodeada de edificios a cada cual más tentador. Si ustedes se fijan en la fachada de la iglesia todavía se ve la sombra del arranque del antiguo convento. Esta entrada podría ser también un antes y un después ¿cual es mejor?.