Muchas veces, al pasar por la calle desierta y abandonada de los Amparados de Calatayud, me detengo frente a un curioso edificio ya en ruinas (no es raro en estos lares). Al contemplarlo, con un poco de
tristeza, me surgen muchas preguntas: ¿por qué un arco tan grande para una casa de tan solo una planta?. También es peculiar un precioso azulejo, cubierto con el polvo de los años dedicado a la Virgen de Jaraba que campea sobre la puerta y del que hay uno muy parecido (o había) en el antiguo museo de arte sacro.
Echar una mirada en su interior es desalentador, techos a punto de desplomarse y un curioso patio rectangular al que asoman dos rejas modernas de escaso valor. Las grietas son un aviso para los amigos de los derribos; puede que los tiempos de los solares no hayan pasado todavía. Muchos jóvenes de Calatayud utilizaron este lugar como «garito», o lugar de reunión, hace ya algunos años, y desde entonces, rumia sus silencios y su ruina.
Cuando yo era pequeño cayó en mis manos un libro peculiar: «Glorias de Calatayud y su antiguo partido» de Mariano del Cos y Felipe Eyaralar. El ejemplar no era el original, sino un facsímil editado por el Centro de estudios bilbilitanos en el año 1988. Abrir sus páginas fue todo un descubrimiento para mi, cientos de historias fantásticas se abrían paso entre sus páginas: monumentos desaparecidos, leyendas, palacios de los que no queda ni el recuerdo etc.
El libro no era muy voluminoso, pero sí que es cierto que, cuando lo tomaba entre mis manos, obviaba una parte del contenido pues había monumentos que seguían existiendo y una guía moderna me ayudaba mucho más que una monografía decimonónica.
Pasados los años, como por casualidad, volví a abrir las páginas de estas «Glorias de Calatayud». Esta vez mis ojos se detuvieron en un párrafo que versaba sobre la Colegiata de Santa María y que decía así: Desde el claustro se sale a la calle de las almas, ¡la calle de las almas, sí señor!. Rápidamente me dirigí al final del libro, a un pequeño apéndice que, de los mismos autores, contenía una relación de ermitas, hospitales y otros lugares de interés de aquel lejano 1845. Yo tenía muy presente una de las reseñas: la del fosal de la calle de las almas, pues, desde mi infancia, me preguntaba dónde se hallaría ese lugar tan romántico y misterioso. La descripción decía así: El fosal de la calle de las almas es un pequeño patio situado en la calle del mismo nombre, con dos enrejados de madera y algunos cuadros, que ha servido de cementerio para los pobres de solemnidad, hasta la erección de que hoy existe extramuros. ¿Podía ser esa extraña construcción el fosal de la calle de las almas?.
Aquel verano, en uno de mis paseos, casualmente, pasé por las ingentes obras del palacio de los Pujadas de Vezlope, y pude contemplar con curiosidad la labor de unos arqueólogos que trabajaban en uno de los solares contiguos que separa dicho palacio del posible fosal. El párroco de Santa María, que se encontraba supervisando las obras, me comentó que se estaban sacando restos humanos y me dirigí a hablar con una de las responsables de la cata. Le comenté mis hipótesis sobre el lugar y ella me dijo que era un cementerio muy antiguo cuyos restos se adentraban en la casa contigua, es decir, mi teoría cobraba fuerza.
Sigo pasando habitualmente por la calle Amparados o de las Almas, y sigo con tristeza la ruina de este edificio lleno de historia. Imagino su enrejado de madera lúgubre y sus cuadros barrocos oscurecidos por la intemperie y el humo de las velas. ¿Lo dejaremos perder?, ¿dejaremos de perder una posible fuente de riqueza como es el patrimonio de nuestra ciudad de Calatayud?. Espero que os haya gustado la historia, si tenéis alguna teoría o conocimiento que queráis compartir conmigo os espero en mi correo electrónico, que por cierto, ha cambiado. Uno de mis relatos termina en ese tenebroso lugar, os dejo el enlace por si queréis leerlo. Muchas gracias por vuestro seguimiento.
Estimado compañero:
Yo me crié en la C/Amaparados nº 6,casa anexa al solar de Las Almas,donde existió en su día un taller de construcciones metálicas de aluminio y también otro de carpintería.
En la casa nº 6,existe una bódega con varias puertas tapidas de piedra de tapial y cuyos túneles conducían uno de ellos a San Andrés,otro a Santa María y otro al palacio renacentista de los Vélez López (Maristas).
Amparados así es amparados de áquellos que eran amparados cristianamente sus almas y recibían un lugar de cristiana y santa sepultura y de reposo eterno.
En lo que siempre fue conocido como el solar de Los Amelas,existió el antigüo hospital de Calatayud,anterior al que construyeron los Jesuitas en la avda. San Juan El Real.Los enfermos que fallecían en el hospital de Calatayud (solar de los Amelas,hoy construído por un nuevo bloque de viviendas).Éste gran hospital disponía de su propia capilla,dedicada a San Clemente,única parte del primitivo gran hospital que permanece en pié,entre C/Desamparados y plaza de San Andrés,el cual fue utilizado como vivienda y goza de unas hermosas cúpulas derenacentistas yeserías.Los enfermos fallecidos,eran enterrados en el solar de Las Almas y bajo el suelo de los claustros de Santa María,el cual es un impresionante osario,bajo su suelo.
Desde la conquista de la ciudad por Alfonso I se erigieron varias nuevas parroquias como la de San Juan Bautista,conocida también como San Juan de Vallupié o San Juan El Viejo.En el solar conocido como plaza de La Leña, luego sería denominada San Juan de Vallupié y viene de la denominación:San Juan al pié del valle,dado que el río Jalón pasaba relativamente muy cerca de allí,de la plaza de La Leña.Ya que discurría de la sigiente forma,entraba por Calatayud por el conocido barrio nuevo,cruzaba lo que es conocido como puente seco,C/ Desamparados,cruzaba Rúa de Eduardo Dato,continúaba por lo que es C/San Miguel,Puerta de Zaragoza y continúaba su curso a ños piés de los cerros del Pilón de San Vicente y de los cerros que están oradados y escavados artíficialmente como viviendas antiquísimas conocidas como «Las Cuevas del Rey».
La iglesia se San Juan Bautista fué la primera iglesia que se erigió de nueva fábrica en la conocida plaza de La Leña y éra la entrada natural al barrio de La Morería y en el caul se encuentra la C/La Paz, en donde existió una zuda musulamana (palacio musulmán) en donde se firmó el tratado de armisticio o de rendición.
Existió otra gran Zuda o palacio musulmán en donde se encuentra el actúal Palacio Episcopal Plaza Santa María y C/ Báltasar Gracián,C/Vicente de La Fuente.
El deseo de Alfonso I fue la de darle una diócesis obispado a Calatayud y por lo tanto un obispo pero en otra ocasión os hablaré de ésta historia.
Un saludo.
El la casa nº 6 nació D.Pedro Montón Puerto,escritor y crónista de la ciudad de Calatayud,ya fallecido.
Su libro Historia de Calatayud,fue el primero que me leí a la tierna edad de 8 años.
Y el cual tiene una calle en su honor.
D.Pedro Montón Puerto en su libro Historia de Calatayud,hace muchas menciones a D.Vicente de La Fuente,el cual da nombre a la C/ Nueva,entre plaza de Santa María y C/ Eduardo Dato.
Han pasado siglos desde que la calle nueva fue ensanchada y sigue mantetiendo su popular denominación de calle nueva.
Ésta fue ensanchada para dar más anchura y tránsito a los carros de caballos que entraban por la puerta de Terrer y subían por la C/ Herrer y Marco a plaza Santa María y por la C/ Nueva para llegar a la plaza de España (plaza del Mercado).
Por otro lado la puerta de Terrer,siempre se denominó durante varios siglos:Puerta de Toledo,ya que era la salidad natural hacia la capital imperial de España,Toledo.Y sobre ella aún permanece el balsón y escudo de armas del emperador Carlos I de España y V de Alemania.
En éste patio existió una pequeña puerta que que através d eun pequeño callejón iba a parar a un gran espacio ajardinado donde existían unos impresionantes árboles y cipreses,curiosamente árboles éstos utilizados para los santos lugares o cementerios.
Este amplísimo jardín daba acceso através de un gran caserón nobiliar,ya derribado que daba a la rúa de Eduardo Dato,justo en frente de lo que es el Centro de Día.
Citado caserón fue derruído y junto con otra casa que daba a San Andrés,ahora conforma un gran solar que es utilizado como aparcamiento.
Indicar a su vez que el gran recreo de Los Maristas, el cual también servía como enyaso de los niños del Club Consolación de Tambores,Bombos y Cornetas.
Y por el cual también se accede lateralmente por una pequeña puerta de madrea con dos escalomes a la C/ Amaparados,justo en frente de un pilón de piedra,también configuraría la zona del campo santo.Ahora bien por otro lado,todo el subsuelo de los claustros de Santa María,también es un inmenso cementerio,en el cual al hacer unas escavaciones y catas,sacaron a la luz infinidad de restos oseos.Muchísimos de ellos de época musulmana,de igual forma que en las confluencias de la plaza de Santa María,C/ Vicente de La Fuente y C/ Baltasar Gracian.Indicar también que el palacio Episcopal fue reedificado sobre la anterior » Zuda (palacio musulmán) musulmana» de la Calatayud musulmana.
Hola Carlos. Soy Arturo Ballano, Me llena de desolación que esa calle ya no esté habitada, Hace unos 25 años, como relatas. El edificio lo usábamos como garito. Y era vecino Eduardo y su familia en el portal contiguo. Se dividía en dos, mirando de frente había una construcción de una nave en dos plantas. La planta de abajo, casi diáfana. Y al fondo una escalera para acceder a la parte superior, con la misma amplitud que la inferior., Las únicas ventanas daban a la construcción contígua. En este por ese arco accedes a un patio que tras mucho rascar y quitar capas de arena, nos salió un precioso adoquinado. Al fondo de ese patio había una construcción que se accedía por dos escalones desde el patio, y que tenía bodega, toda llena de tierra, que con paciencia y mucho trabajo, otra cuadrilla que se vino a ese local, vacío, Desde el patio creo recordar que salía una escalera y había una pequeña habitación voladiza pegada a la fachada, dando la sensación al entrar desde la calle de estar bajo un porche. Muchas gracias Carlos por estudiar e indagar en nuestra ciudad. Un saludo y espero que la descripción sirva de ayuda.
Arturo, muchas gracias por haber contribuido con tu descripción a enriquecer un poco más la historia de ese lugar desaparecido. La verdad es que solo tuve acceso al mismo una vez porque se encontraba abierto y ya en ruinas y pude echar un vistazo. Seguro que la bodega que me describes era de mucho valor, lástima que gran parte de ellas se dejen perder. ¡Un saludo! y gracias de nuevo.