Esta vez en nuestro blog vamos a hacer un viaje en el tiempo, vamos a trasladarnos al martes santo de 1929, en concreto, un 26 de marzo. Calatayud, en aquel momento ciudad tranquila, se dispone a celebrar la Semana Santa y , en este caso, una de sus procesiones más populares, la primera de esos días dedicados a la pasión y muerte de Cristo: la procesión del Encuentro.
José María de la Fuente Gilmán, mi abuelo, se dispone con su cámara Pathé Baby en mano, a captar algunos de los momentos de la procesión de aquel día. Estos artilugios fueron de los primeros de cine casero que se comercializaron habitualmente a lo largo y ancho del mundo.
La toma está realizada, sin duda, en la plaza del Mercado, en aquel momento plaza Constitución; en concreto en el ala orientada al mediodía. Los estandartes a modo de Vía Crucis, todavía existentes, entran precedidos de faroles y bordean la parte central del lugar. En aquel año todavía no se ha construido el mercado de abastos. La imagen de la Dolorosa se sitúa frente al establecimiento de Vicente Bendicho, representante de la firma «La Coruñesa» (a posteriori Benito Sánchez). Sorprende lo humilde de las peanas, sobre todo la del magnífico Cristo con la Cruz a Cuestas, y la sencillez de la procesión. El «trono» que sustenta esta imagen del crucificado hoy día, ya es obra posterior de los talleres Albareda de Zaragoza. Una vez se ha producido el emotivo encuentro entre ambos, en la cuarta estación del viacrucis, el paso de Cristo y el Cireneo y la de la Virgen, se dirigen hacia la calle de Gotor.
La procesión del Encuentro, en aquellos años, partía de la desaparecida iglesia de San Francisco a las 3 de la tarde. Las tallas, quizá las más bellas de la Semana Santa bilbilitana, son obras magníficas del escultor Gabriel Navarro.
La cofradía de la Dolorosa hunde sus orígenes en el siglo XVII; según hace constar Pepe Arévalo en sus investigaciones ya en 1647 Juan Pérez de Nueros y Pérez de Nueros realiza una donación de dinero a la misma
Las imágenes finales de la grabación podrían corresponder también a esos días de Semana Santa (quizás al día de Jueves o Viernes Santo), y estar tomadas en lo que podría ser el paseo en aquel momento del Marqués de Linares. Señoras con mantilla, con teja, militares y paisanos caminando y charlando despreocupados en lo que parece ser una bonita mañana de primavera de 1929 en Calatayud.
Bibliografía
- ARÉVALO BARRA, Pepe. Semana Santa en Calatayud. Calatayud: Costa, 1995.
- CASADO LÓPEZ, Manuel. La plaza del mercado de Calatayud (1803-2019). Cuarta provincia. 2. Calatayud: Centro de estudios bilbilitanos, 2019.
- RUBIO VERGARA, Mariano. Semana Santa bilbilitana: Pasión, Ramos, Procesión del Santo Entierro. Ed. facsímil. Calatayud: Centro de estudios bilbilitanos, D.L. 1995.
