No sé si todos los lectores de este blog conocen la composición «Una noche en Calatayud», por eso, al principio, he querido añadirles un enlace para que la escuchen mientras leen estas líneas.
Otro día tendremos la ocasión de hablarles de la historia de este poema sinfónico, pues la tiene y está muy arraigada, como no, en la historia de nuestra ciudad (no en vano Pablo Luna era de Alhama de Aragón).
En esta nueva entrada de «La sobresaliente», he querido jugar un poco con la imaginación. Pongámonos a pensar qué lugares evoca esta música singular, qué callejas, qué plazas, qué época del año… Me figuro que cada uno de ustedes, cuando la oigan, tendrán una percepción diferente por lo que yo les propongo la mía. Ya saben que esta página está abierta a todos sus comentarios.
Situemos nuestra evocación en una noche de principios de julio, como ésta. El calor de estos días hace que el pasear por la noche se convierta en algo placentero y más si lo hacemos por el casco antiguo de Calatayud. Respiremos el perfume del monte lejano a tomillo y observemos las estrellas que, a pesar de la excesiva iluminación, aún adornan nuestro cielo. Escojamos la compañía para disfrutar de ese momento y simplemente paseemos y detengámonos en tres rincones, sólo en tres, como los movimientos de esta composición.
Primer movimiento (Plaza de Santa María)
¿Que les parece si en esta suerte de melodía triste y evocadora nos situamos en la plaza de Santa María?, es más, busquemos el principio de la calle del Bañuelo y orientemos nuestra vista hacia la torre de la Colegiata y la portada plateresca. Podríamos pasarnos horas mirando esta maravilla a la luz de las farolas. Obviemos las posibles obras de la zona, simplemente detengamos unos instantes nuestras prisas. La melodía cambia, es más señorial, no me negaran que la torre lo es, aún muda en medio de la noche.Podemos caminar para empezar a rodearla y situarnos en la bocacalle de la calle de Amparados y mirar hacia la inmesidad de su lacería mudéjar y de sus imponentes campanas, hoy mudas, frente al palacio de los Pujadas.
Segundo movimiento (Calle de Gotor)
Que les parece si el principio de este segundo movimiento cargado de aires de jota lejano lo realizamos en la calle de Gotor. Sí, ya pocos restos quedan de su esplendor, pero los que persisten nos transmiten un Calatayud ya pasado con sus imponentes palacios y sus casas a las que asoman balcones y galerías. Quizá con un poco de esta maravillosa música sean capaces hasta de recrearlo lleno de vida, esa que inspiró a Bretón para su «Dolores» o incluso al mismo Pablo Luna
Tercer movimiento (Calle de la Rúa frente al palacio del Barón de Warsage y la iglesia de San Pedro de los Francos)
¿Y un vals en el antiguo palacio del Barón de Warsage?, observar tras sus balcones aún las labores de su techo, sus lámparas decimonónicas, su imponente portada rivalizando con la de San Pedro de los Francos. En esta zona de la Rúa siempre solitaria por la noche, nos podemos imaginar aún a aristocráticos personajes llenando sus salones e incluso asomando por alguno de los balcones que lo rodean. Quizá los últimos aires de jota nos hagan mirar hacia arriba mientras termina la sinfonía e impregnarnos con lo típico de este rincón de Aragón tan desconocido y evocador.
¡Qué buena idea la música! Sabes que los lectores de blog solemos escanear en lugar de leer. Pero con la música me he dicho a mi misma, ahora me voy a relajar y voy a disfrutar de este momento.
Ah, me encanta el nuevo aspecto de tu blog
Hola Paloma, muchas gracias por tu comentario. Como te comentaba en G+ el aspecto de mi web es gracias al trabajo de una amiga y una gran profesional, Irene Galán http://www.irenegalan.com. Pero alguno de los detalles de esta entrada en particular, como el poder insertar un vídeo de youtube en un post, son obra de tus enseñanzas web, que también recomiendo. A mi, y a muchos más has ayudado a dar un aspecto más profesional a nuestros blogs: http://www.ingresoshoyendia.com Gracias como siempre.