En esta ocasión la Sobresaliente quiere centrarse en el desaparecido patrimonio de Calatayud y no les voy a hablar del convento de San Pedro Mártir o el de Santa Clara, desaparecidos en el oscuro siglo XIX, hoy simplemente voy a hablar de una casa, en la bilbilitana plaza de la Higuera, que podría pasar totalmente desapercibida pero que acaba de ser derribada en pleno siglo XXI. Yo conocía el estado precario de esa casa ¿pero era necesario derribarla por completo?. Si perdemos nuestra identidad perdemos lo que nos hace diferentes. La plaza de la Higuera era, hasta hace poco, uno de nuestros rincones más entrañables, ahora cuesta mucho imaginarla llena de belleza porque hemos destruido gran parte nuestra arquitectura típica (casas del siglo XIX con balcones, rejas, aleros etc.). Ya son tres los solares que la «adornan». ¿Como vamos a ofrecer algo diferente si uniformamos nuestras calles?, ¿como vamos a presentar un pueblo del que nos sentimos orgullosos si no hacemos más que destruirlo?. Qué visión más obtusa, qué lástima.