No debería haber caído en mis manos este libro
, porque en él, como en ningún otro, se reflejan las reglas que se han saltado en los últimos años en todo lo referente al Casco histórico de Calatayud. No debemos olvidar que en el año 1967 se declaró la ciudad como «conjunto histórico-artístico», pero este dato sólo ha quedado para dotar de un poco de interés a algunas guías turísticas. La realidad es otra distinta, y ahora, sólo podemos lamentarnos de la ingente cantidad pérdidas que hemos sufrido y que, si no se remedia, seguiremos sufriendo en nuestro patrimonio.
Ya en otra entrada de mi blog hacía un repaso por la calle Gracián o de las Aulas, como se sigue conociendo actualmente. En una de las entradas, hacía referencia a la obligatoria conservación de un arco de piedra en uno de esos edificios sin personalidad que han venido a «modernizar» nuestra ciudad. Por supuesto que la conservación no se llevó a cabo y lo que nos ha quedado es una «recreación» que merece que la tomemos en cuenta. Por supuesto que lo que entendemos actualmente en esta ciudad por «modernizar» parte de un presupuesto de hace 50 años, en lo que «el progreso» se basaba en destruir todo lo anterior. Les seguiré dando la murga con las fotos, comprendan que tienen mucho jugo. Una imagen vale más que mil palabras:
Una vez visto esto me gustaría saber con cual se quedan, a mi parecer podían haber conservado las rejas de los balcones al menos. No, no lo han hecho, estarán durmiendo el sueño de los justos en la escombrera municipal.
Espero vuestros comentarios. Gracias.
(La segunda foto extraída del libro «Programa urgente de protección del conjunto histórico-artístico de Calatayud. Abasolo Sánchez, Francisco et al. Madrid: Dirección general de bellas artes, cop. 1973. Si hay algún problema con su reproducción ruego lo hagan saber al autor