De todos los monumentos que adornaron antaño las calles de nuestra ciudad, uno de los más recordados quizá sea el convento de dominicos y la iglesia de San Pedro Mártir. Historiadores como Gaya Nuño lloraron su pérdida, otros como Vicente de la Fuente o Valentín Carderera intentaron frenar su derribo pero todo fue inútil. En las anotaciones de este último, quizá llevado por la rabia y la impotencia, se leía aquello de “lo derribó Mochales” uno de los munícipes empeñados en llevar a cabo uno de los mayores atropellos artísticos del siglo XIX bilbilitano.
La fundación de los frailes de Santo Domingo en nuestra ciudad es bastante temprana, sin embargo el edificio que despertó la admiración de nuestros abuelos (o trastarabuelos), se alzó ya entre los siglos XIV y XV. La magnificencia de aquel convento se debió, sobre todo, por haber servido de panteón a la familia del todopoderoso Benedicto XIII el famoso “Papa Luna”.
No es el objeto de esta entrada de blog el señalar y describir las características, la riqueza y suntuosidad del templo, porque sería realmente penoso señalar cada una de las partes del mismo como ya hicieron algunos de aquellos románticos autores; no obstante sí que habremos de hacer referencia al ábside de la iglesia y a uno de sus adornos: una desconocida, hasta ahora, imagen de la Virgen.
El ábside de la iglesia de San Pedro Mártir, que se construiría bajo la dirección del maestro de obras Mahoma Ramí importante artífice del “antipapa” Luna, era poligonal y ricamente decorado con cerámicas. El espectáculo que ofrecería ese ábside con el caer de la luz sería de lo más evocador. Muchos de los apuntes de Vicente de la Fuente de hecho, han servido para reconstruir el aspecto del mismo y sus vicisitudes. Rebuscando en uno de los cuadernos de este historiador bilbilitano aparece el dibujo de una misteriosa imagen de la Virgen trazada por sus manos de manera un tanto tosca, a cuyo pie aparece escrito lo siguiente: “Efigie de una virgen de mármol sentada que estaba en la parte exterior del ábside de san Pedro mártir de Calatayud. Escultura del siglo XIV”. ¿Dónde se situaría dicha imagen? El único grabado fiable de dicho monumento sería el que llevaría a cabo el insigne académico oscense Valentín Carderera. Si observamos, en la parte baja del ábside aparece lo que podría ser una pequeña hornacina la cual ha pasado siempre desapercibida a ojos de los estudiosos pero: ¿sería la que contenía esta escultura desaparecida? ¿pudo ser alguna devoción ya perdida en la ciudad? Puede ser incluso que dicha escultura se encuentre mal datada cronológicamente pero lo que sí que parece fiable es que existió en el lugar donde señaló dicho historiador. ¡Cuantos detalles artísticos ofreció nuestra ciudad de los que no queda ni el más mínimo recuerdo!
*Fotografía tomada de la web de la asociación Torre Albarrana: torrealbarrana.com
Bibliografía
IGLESIA DE SAN PEDRO MÁRTIR: CALATAYUD 1368-1856. Calatayud: Centro de estudios bilbilitanos, 2006. 128 pp.