Posible aspecto del retablo del Cristo de Ruzola en el convento del Carmen Calzado de Calatayud

Siempre me ha gustado imaginar el aspecto de los edificios ya desaparecidos de Calatayud. El bucear en las páginas de los libros de historia, te despierta la curiosidad por como fueron gran parte de los monumentos que estuvieron acompañándonos durante siglos. Uno de ellos es el convento del Carmen Calzado, y más concretamente, la capilla del Cristo de Ruzola.

El convento del Carmen Calzado se situaba frente a la iglesia del Santo Sepulcro de Calatayud, y aunque su fundación fue más antigua, su venida dentro de los muros de la ciudad se ofició en el año 1274 (según otros 1320) por la concesión que de terrenos les hizo Dª Ana Pérez de Liñan. La arquitectura del templo debía ser del siglo XVII, y según nos dice el libro Las glorias de Calatayud : «la fábrica de este convento es bastante capaz. Su claustro e iglesia era hasta la época de Napoleón excelente de una nave, renovada con primor a lo moderno, contándonse en diversas capillas, con inclusión de la mayor, veinte y tres altares, rico órgano, famosa sillería en el coro de dos órdenes de nogal, curiosamente trabajadas». Vicente de la Fuente, en su Historia de Calatayud, nos narra que la planta de la iglesia debía su construcción al maestro Fray Juan Jiménez, hijo de Calatayud y que el convento contaba con una magnífica escalera. También dice que más adelante se construyó la fachada igual a la del Sepulcro.

Imaginemos entonces una plaza con dos fachadas iguales frente por frente , la del Sepulcro y la del Carmen, ¿majestuoso verdad?, y dos cúpulas compitiendo en simetría, pues conjeturo yo, que la obra de la cúpula sería muy parecida a la del también desaparecido convento de Dominicas.

Según queda dicho la iglesia del Carmen debió quedar arruinada en la guerra de la Independencia pero se mantuvo la capilla del Cristo de Ruzola «que tiene cinco altares y cuatro sepulcros, sin ninguna inscripción y una preciosa media naranja», uno de esos altares fue el de la Virgen del Carmen cuya talla podría ser la que hoy se venera en la Colegiata del Sepulcro. La majestuosa cúpula que coronaba el templo se conservó detrás de una casa particular hasta bien avanzado el siglo XIX, el resto fue demolido en 1835.

No es mi intención hablarles más que del retablo del Cristo de Ruzola y no de la talla del siglo XVII que, según los escritores reseñados más arriba, se trasladó a la iglesia de Capuchinas en 1835 donde aún hoy se encuentra; tampoco de sus milagros y de su ya olvidada devoción, eso será objeto de otra entrada. Sólo quería mostrarles el posible aspecto de dicho altar que contenía esta figura del crucificado, en un grabado que pude observar en una de las iglesias de nuestra comarca. Parece éste, según se observa, por su mazonería de finales del siglo XVII o principios del XVIII. Unas columnas corintias sostienen una gran venera, sobre la que puede observarse el escudo de la orden carmelitana. A los lados del Cristo dos ángeles portando velas, y en el centro, como en un barroco escenario, la figura del Cristo de Ruzola sobre un paisaje que podría ser perfectamente una idealización del de Calatayud de aquella época. A sus pies un relieve representando a la Virgen Dolorosa. En el grabado, para relacionarlo con su importante figura histórica de la que recibe el nombre, aparece Fray Domingo de Jesús María, conocido como Ruzola, al que también dedicaremos otra entrada.

Les ruego perdonen la calidad de las fotografías pero con ellas sólo espero que se hagan una idea de lo bonito que pudo ser ese altar ya desaparecido.

FUENTE, Vicente de la. Historia de la siempre augusta y fidelísima Ciudad de Calatayud. T. II. Calatayud: Imprenta del diario, 1881

COS, Mariano del; Eyaralar, Felipe. Glorias de Calatayud y su antiguo partido. Zaragoza: Centro de estudios bilbilitanos, 1988. Facsímil.