

Todo aquel visitante que recorra la ciudad de Calatayud, va a sorprenderse con la magnificencia de los edificios que la adornan. Uno de los más imponentes es, sin duda, la parroquia de San Juan el Real.
Este templo iniciado en el siglo XVII y rematado a finales del XVIII encierra, tras unos sobrios muros de ladrillo exteriores, un interior elegante y majestuoso. Son innumerables las obras de arte que encierran sus vetustos muros (lienzos de Goya, esculturas de los talleres de Juan de Moreto y Damián Forment, un lienzo de Francisco Bayeu…);